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Miguel Rodriguez Sepulveda

Charla inaugural de exposición FUGA Y ENTROPÍA en MARCO Museo Arte Contemporáneo de Monterrey

Actualizado: 13 sept 2023


Ariadna Ramonetti y Miguel Rodríguez Sepúlveda en conversación sobre la exposición Fuga y Entropía en MARCO Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey que revisa obras y proyectos artísticos realizados del 1997 a 2023.


Transcripción


AR: Hola muy buenas noches, muchas gracias al ingeniero por la presentación, muchas gracias al museo MARCO por recibirnos en esta conversación que tendremos Miguel y yo par hablar sobre Fuga y Entropía, gracias a todo el público que nos acompaña y gracias a ti Miguel y a Mariana Mañón por invitarme a platicar sobre tu trabajo.

En esta propuesta, en esta muestra de más de 25 años de carrera se propone una revisión de tu trabajo en 32 piezas y estas nos van llegando de intereses muy específicos en tu trabajo como, por ejemplo: la identidad nacional, la pertenencia o el desmontaje de ciertos símbolos relacionados con coyunturas históricas y políticas particulares e incluso, grandes temas como la migración y el archivo y quiero empezar preguntándote Miguel: ¿Cómo empezaste a interesarte por estas temáticas?


MRS: Hola, buenas noches, primeramente, muchas gracias por estar aquí, muchas gracias Ariadna por aceptar la invitación, respondiendo tu pregunta sobre cuando empiezo a interesarme en estos temas, creo que esto viene mucho antes de iniciar el trabajo o la investigación artística, creo que el detonador de ese hilito a seguir es de repente encontrarme con un fenómeno que está pasando en el contexto que nos encontramos y que me doy cuenta que me hace falta información para comprender este fenómeno, ya sea que porque no existe o no esta disponible o yo no he logrado acceder a esta información, entonces, creo que el tema de investigación surge en el momento que me quedo corto en acercarme a esta características de la realidad.

Ya más adelante, en mi proceso de investigación para obtener esta información extra, es de donde investigo conceptos de física, matemáticas o de otras áreas, pero siempre desde una práctica artística para desarrollar estos objetos o situaciones que me ayudan a entrar en estos contextos.


AR: Que es un poco el caso de las palabras que dan título a esta exposición, ¿no?, la fuga y la entropía, ¿Cómo adaptas y adoptas estos conceptos para trabajarlos en tu obra?


MRS: Dentro de mi producción hay una serie de obras que hacen alusión a la música y nos interesó usar fuga en este ejercicio que hacíamos Mariana y yo delineando las investigaciones, uno por este interés de la música, me hubiera gustado ser músico, pero no tuve la dedicación, en cierta forma me hago mis instrumentos y mis acciones sonoras, y de este interés, partimos del concepto de fuga, que hace referencia a una composición musical hecha de varios ritmos que se persiguen a sí mismos para generar reverberación, que es la composición de movimiento.

Entonces, en la estructura de esta exposición, tomamos la serie de investigaciones, mis procesos suelen ser muy largos, desde que me doy cuenta de que me quiero acercar a este fenómeno empiezo las investigaciones plásticas, las composiciones, lo voy repitiendo, llega el momento que considero cerrada esa parte, paso a otro proyecto de investigación y un tiempo después lo retomo porque me encuentro con otra vertiente de la investigación y nos parecía pertinente usar este concepto de la fuga, refiriéndonos a este cuerpo de trabajos que se persiguen entre ellos a través de 26 años.


AR: ¿Cómo aplicas este concepto de entropía que proviene de diferentes aproximaciones, desde la matemática, desde la ingeniería en tu cuerpo de trabajo?


MRS: La entropía tiene que ver con una tendencia a hegemonizarse o cambiar las cosas, este proceso lo podemos ver desde dos polos opuestos con esta transformación constante que tiene el universo y que es imparable, lo podemos ver como una tendencia hacia el caos o hacia la homogenización, y las dos visiones si bien son opuestas, son válidas, entonces, en muchos de mis procesos de investigación, utilizo una estrategia en la que voy transformando muchos objetos en búsqueda de modificaciones de lo que simbolizan, proponiendo una comparación con la fuga y entropía, se están transformando, pero podemos verlos de un lado u otro.


AR: Muchos de tus trabajos son piezas que podríamos llamar “residuales”, en donde ciertos objetos intervenidos son un registro de acciones que implican un esfuerzo físico considerable, para evocar lo que no podemos ver, pero se sugiere en obras como “Emergía” que habla sobre la inseguridad y la permanencia, o “Huella” que es una obra que habla del cuerpo y la noción de ciudadanía desde el ámbito jurídico, ¿cómo tomas esas decisiones de involucrar el cuerpo o ajeno en tus obras?


MRS: Ahorita comentaba que mis procesos de investigación tienen que ver con una necesidad de acercarme a los fenómenos que suceden a mi alrededor y que yo necesito experimentarlos, y de ahí surge la propuesta de poner el cuerpo como primer receptáculo de esa confrontación con los procesos que van buscando estos diferentes ángulos, y obviamente al llevar yo estos experimentos, me interesa que otras personas puedan asomarse por esos ángulos que se abren.


AR: Y en ese sentido de poner el cuerpo, ¿cómo pasas de lo auto referencial a reflexiones de carácter socio-histórico y a participación de otras personas?


MRS: La autorreferencia viene a partir de esta necesidad de experimentar y en ese punto donde reconozco que necesito más información para acercarme, es evidente que, si formo parte de un grupo de personas, otros van a tener esa misma necesidad de acercarse.

En reconocerme a mí y a los que me rodean, es donde se hace ese acercamiento, y me interesa mucho que, si hay reflejos de mi necesidad y la de otros, es por medio de este contexto, y ese contexto es el que nos involucra de forma social, política, cultural, y ahí es donde esta cosa autorreferencial se vuelve envolvente con el grupo de personas.


AR: Y que es además una experiencia que converge en el cuerpo, eso es muy interesante, como el cuerpo nos lleva constantemente en un recorrido pero que el cuerpo no necesariamente se encuentra presente, podemos apreciar en distintas obras que es parte de esa intención o interés, esta energía que se utiliza para producir trabajo, podría ser otro campo o interés de estudio de la energía, como es que esa energía pasa del cuerpo y se queda en el trabajo, y la podemos ver en el cuerpo propio o el ajeno, me parece que es muy interesante.


Otra cosa muy interesante también, son los gestos de carácter iconoclasta, las borraduras sobre ciertos objetos que contienen significados profundos relacionados con la historia reciente de México y América Latina, tienen, en el contexto de tu trabajo, el objetivo de provocar una nueva lectura y pensarlos como producto de una coyuntura, se va formando una especie de mezcla en donde la historia reciente se une con eventos coyunturales como en las obras “elegía y repercusión” y “200 espejos de plata libertad”. ¿Cómo es que en ese sentido eliges ciertos soporte o materiales sobre otros?


MRS: Para mí el material en sí tiene un significado, no solamente es una pintura o un lápiz, todo significa, creo que la selección de los objetos, o mas bien la práctica de los procesos de estas obras parten de la investigación y tomo estos elementos que referencian al fenómeno que investigo y busco los objeto que los representan, ese es mi proceso de seleccionar objetos, ya mas adelante viene el proceso de alteración, donde los desgasto, los desvanezco, en búsqueda de algo interior y eso hace que también se transforme el significado y a partir de esto plantearnos nuevas posibilidades de ver esta realidad.

Un poco como sucede con la ciencia ficción, como Julio Verne, que narra cosas que eventualmente han ido sucediendo, un poco así me planteo estos gestos iconoclastas, donde estos objetos e imágenes que contienen nuestro imaginario colectivo se ven afectados y abren la posibilidad de ir más allá, ya decidiremos nosotros, pero creo que la selección de esto objetos están en función de estas oportunidades.


AR: Retomando la pieza de “200 espejos de plata libertad”, a mi esta pieza me parece coyuntural en tu trabajo, porque en el libro de la exposición, yo decidí abordar esta serie de obras con polvo de plata. Y estas obras además contienen símbolos que se ponen en juicio en un momento muy importante de la historia de México como lo fue la celebración del bicentenario me interesa mucho esa parte de tu trabajo donde tu percibes un cambio profundo en las dialécticas y las lógicas de los discursos públicos y como resignificas contenidos para percatarnos de que es lo que en realidad se conmemora con estas celebraciones en el año de 2010.


MRS: Yo recuerdo esos años antes de los festejos que por todos lados había análisis, alcances e investigaciones sobre todo lo que se escuchaba en los medios de comunicación, y había algo que me intereso entre todas estas cosas que era justo la producción de plata en México, México había sido el primer productor de plata muy por encima de otros países latinoamericanos, y como la plata mexicana no tenia denominación de origen, apenas la obtuvo durante los festejos del bicentenario con la plata libertad, era parte de estos festejos, hablar de esta riqueza y estos alcances que se ponían en el margen de los festejos, y era un asunto de cuestionar lo que realmente había alcanzado, como lo habíamos alcanzado.

Entonces, ahí empieza esta serie trabajada con plata y se extendió por muchos años, lo cual me dio espacio para reflexionar sobre otros ángulos de este fenómeno durante el trabajo.


AR: Básicamente es un conjunto de piezas que trabajaste con plata libertad donde cuestionas los símbolos, la identidad, lo que significa sentirse que se pertenece a México, y haces un ejercicio muy interesante también con la pieza “Emergía”, donde viajaste entre países latinoamericanos y utilizas símbolos locales y que van sufriendo cambios utilizando el cuerpo como soporte.


MRS: Si la pieza “emergía” también es una parte importante para llegar a la plata, es un recorrido que Fernanda y yo aun hacemos para continuar el proceso y es una investigación sobre estos símbolos que nos dan personalidad como latinos pero nos separan entre mexicanos o colombianos, venezolanos, y son símbolos que son emblemáticos en la construcción del patrimonio emocional de la región, la pieza se llama emergía y este es un concepto de ingeniería que se refiere a la cantidad de energía necesaria para obtener un producto.

Esta investigación sobre estos símbolos es un gesto sobre cuales son los costos para alcanzar los ideales y como se han transformado en ese esfuerzo de alcanzarlo, empezamos en Caracas en Venezuela, 2007 y luego empezaron los festejos del bicentenario, y el reconocer como esta transformación de estos aglutinante de la identidad, se daba para cuestionar los símbolos de proyecto de nación que se estampaba en esta plata que daba nombre a la riqueza mexicana, lo cual era una falacia, México era un gran productor de plata, pero cuando finalmente se le dio la denominación, ya no era ni el primero ni el segundo productor de plata, entonces, esa serie de cosas no me terminaban de cuadrar y asi mi interés se abre para generarme estrategias para ver el fenómeno entere diferentes ángulos.


AR: ¿Tu llegaste a vivir a Monterrey entre el 96 y 97?


MRS: Llego a vivir en el 86


AR: Mencionaba la fecha a finales de los 90’s porque es cuando empezaste a gestar las ideas para la pieza que se concluyo este año que es “Confeti”, que está basada en un poema de Alfonso Reyes, ¿nos puedes comentar un poco de esta pieza?


MRS: A principios de los 90’s yo llego a Monterrey a estudiar la preparatoria para poder estudiar ingeniería, recuerdo que el museo MARCO apenas estaba siendo inaugurado, recuerdo la bienal FEMSA en cervecería y como eso me impactó, me hizo cambiar de intereses y se fue gestando otro rubro en el proyecto de mi vida.

Dejo la idea de ingeniería y empiezo con artes plásticas, mis primeros acercamientos fueron con la fotografía, preguntándome , ¿qué es?, ¿dónde está?, ¿para qué sirve lo fotográfico?, y en ese proceso, me interesaba mucho las técnicas, los discursos, pero había más cosas que me interesaban y entre todo eso, en aquel entonces aun no era nada común lo digital, trabajábamos revelando películas, después el fotógrafo regresaba los negativos y cancelaba las imágenes que no cumplían con los estándares, y a mi me llamaba mucho la atención este proceso de descartar imágenes y que era lo que quedaba, durante mucho tiempo iba a los laboratorios y recogías estos confetis de película, empiezo con ese interés de preguntarme sobre este archivo y cuales son la posibilidades de hablar de lo que somos y lo que no somos porque estamos hablando de un proceso de negación de esas imágenes.

Esa pieza empezó en aquel entonces, entró en un estado de descanso por mucho tiempo y ahora que regresamos a Monterrey en el 2020, retomé esa pieza en un contexto muy emotivo pero también queriendo reconocer el Monterrey que dejé cuando me fui, “Confeti” termina siendo una colección de fragmentos de imágenes de Monterrey de los 90s, esas imágenes que fueron negadas, y están organizadas usando en braille un fragmento del poema de Alfonso Reyes sobre el sol de monterrey, que también fue muy importante en esos primeros acercamientos al arte, en esos primero años, también fue en esas épocas la inauguración del metro de la ciudad, en específico la estación de la macro plaza que tiene una cúpula que es un homenaje al sol de Monterrey y recuerdo el poema en una parte de la cúpula escrito con bronce y es muy importante para mi porque es donde se empiezan a abrir mis posibilidades de cómo poder mezclar prácticas completamente diferentes como la arquitectura, la ingeniería, la poesía, en esta cúpula donde todos los que usábamos el metro convergíamos y podíamos ver la cúpula que deja entrar al sol a las entrañas de la ciudad.


AR: Muchas gracias Miguel por tus palabras que nos has compartido.




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